A lo largo y ancho del blog de Fernando Vega podréis ver varios post, imágenes y referencias a lo que es una de mis máximas aficiones: el pilotaje de ultraligeros. Y como todo aficionado a una disciplina poco practicada o inusual, puedo caer muchísimas veces en el “error” de dar por entendido términos que, entre los aficionados a los altos vuelos, son comunes.

Es por ello por lo que, como referencia, y también por qué no decirlo… porque me apetece escribir sobre ello, quiero dedicar este artículo a dar una breve introducción a estos términos aeronáuticos.

 

Qué es un ulm

 

Ulm, además de una bella ciudad alemana, es la denominación que se le otorga a los aviones ultraligeros, que no son más que un modelo similar a la avioneta (sin ser avionetas) que, tal como su nombre indica, destacan por su ligereza.

Las principales características y, con ello, las principales diferencias que podemos encontrar en un ulm frente a otros aeroplaneadores reside en las siguientes características:

  • No tener más de dos asientos
  • No superar una velocidad de pérdida de más de 65 km/h
  • No superar los 000 pies de altura
  • Contar con un peso entre 300 y 495 kilos según plazas y si son terrestres o anfíbios
  • No necesitar el uso de fuerza humana para aterrizaje o despegue

 

Así, encontramos ultraligeros cuyo denominador común es el uso de motor, plazas limitadas a dos ocupantes como máximo y estructuras que permiten vuelos locales, tanto para aterrizajes terrestres como sobre el mar.

A partir de aquí, hay notables diferencias entre ultraligeros como los entelados (uso de telas como sustentación), pendulares (similares a ala deltas pero a motor, con dos ejes y con asientos) y los autogiros, similares al genial invento del ingeniero Juan de la Cierva en 1920 y que resultó ser el predecesor de los actuales helicópteros.

Aprovecho este último dato aportado para indicar que, aunque estos modelos de aviación nos resultan cuanto menos familiares desde siempre, los ultraligeros datan únicamente de finales de los 70 – principios de los 80, siendo su principal finalidad el recreo y no el transporte, por lo que resultan la mejor vía de entrada a este apasionante mundo de los vuelos a motor para quienes no están iniciados.

 

Fernando V. Hernández aprovecha su tiempo libre para pilotar cada vez que tiene ocasión

 

Qué es una PPL

 

Ya sabemos los mejores modelos de aviación para iniciarnos en este apasionante hobby pero, ¿qué es lo que nos faculta a su práctica? Un aeromodelo no debe ser considerado ni tener los mismos controles que quien se aventura a navegar con una embarcación de pequeñas medidas, sin desmerecerlos ni mucho menos.

No podemos aventurarnos a manejar una avioneta o un ultraligero si no poseemos los conocimientos mínimos de aviación que permitirían desenvolvernos con soltura, lo cual nos lo otorga el permiso PPL (licencia de pilotaje privado).

Así, el PPL se asemeja al PER marítimo (la licencia para patrones de embarcaciones de recreo), y resulta imprescindible para el manejo de vuelos a motor sin el tutelaje de pilotos expertos.

FVH recomienda probar la experiencia de realizar un vuelo en ultraligero

 

Diferencias entre ulm y avioneta

 

Una vez definido qué es un ultraligero, la pregunta de los no iniciados más común y a la que yo también me he tenido que enfrentar cuando he alzado el vuelo con amigos es: ¿qué los diferencia de una avioneta?

Ya hemos indicado que el peso, la capacidad y la potencia son las tres características principales que diferencian a un ultraligero de un avión ligero o avioneta, pero no las únicas ni tan siquiera las más importantes.

La que marca la total independencia entre ultraligeros y avionetas es el hecho de que para volar con un avión ligero que supere los 495 kilos y las dos plazas de capacidad, necesitamos el permiso explícito de las autoridades aeroportuarias así como un plan de vuelo detallado.

 

Fernando Vega es un experimentado piloto de ultraligeros

 

Es decir, necesitamos un control aéreo externo que no solo supervise y evite que se interpongan otros pilotos en nuestra ruta, sino que también se garantice que se vuele en condiciones de visibilidad sobre el terreno (VFR en el vocablo del piloto), por lo que no se pueden realizar ni durante la noche ni en condiciones de niebla.

Además de por el hecho de requerir unos mayores conocimientos y permisos, es este el factor definitivo por lo que para aquellos que se inician, los ultraligeros son el mejor método de entrada, ya que el uso de avionetas requiere planificación y el pago de tasas y controles que “complican” el uso meramente recreativo.

Como último dato para nota, una vez se superan los 1.500 kilos de fuselaje y alas ya no hablaríamos de avión ligero o avioneta, sino directamente de avión (comercial, jet privado, de carga, militar…)

 

Empresario del sector inmobiliario, aficionado a la inversión en criptomonedas y fiel seguidor del VRAC. Disfruto y aprendo con cada experiencia y así me gusta que se refleje en el blog de Fernando Vega Hernández