Hace unas semanas os hacía un breve repaso de la histórica Ruta del Bakalao y lo que ha quedado de ella culturalmente y como influencia de un género en sí mismo. Hoy, me gustaría centrarme en el presente y hablar del día a día de un género concreto, el tecno, que es mucho más que “traya” como pudiera pensar todo aquel que no se ha acercado a estos ritmos tal como merecen.

La razón de este artículo es que tras su lectura, aquellos que no han tenido la ocasión de acercarse al tecno, lo hagan con una mentalidad abierta y sin prejuicios, para que puedan llegar a disfrutarlo mínimamente tal como yo lo hago.

Por qué adora el tecno Fernando Vega

 

La primera pregunta ante el tecno más habitual, principalmente planteada por quienes jamás se han acercado a estos ritmos o a melómanos rígidos en los estándares de la música clásica y popular, es cómo a alguien le puede gustar la música tecno más allá del ámbito de las discotecas.

El problema del porqué se plantea este tipo de preguntas es de fondo: se piensa en música como un arte solo disfrutable de forma pausada, sumergiéndonos en los auriculares en un descanso de la rutina o como complemento a otra actividad sin que acapare todo el protagonismo.

Pero de igual forma que el arte entiende de muchas formas más allá del que se exhibe en un museo, la música abarca todo tipo de ritmos y se puede disfrutar en cualquier circunstancia y lugar sin que exista un manual para ello.

Lo que me ocurre con la música tecno es muy similar a lo que me ocurre con los deportes: habrá quien para liberarse del estrés le sirva jugar un partido de futbito con sus amigos o incluso al ajedrez, catalogado dentro de la misma etiqueta. A mí, las actividades que me hacen liberar estrés son aquellas que me hacen batir el corazón: desde la conducción deportiva hasta el manejo de ultraligeros.

Al momento que, muy orgullosamente, atiendo el cuidado de mis hijos, mi familia y mi actividad profesional, no me queda tiempo, ni ganas de disfrutar de un vinilo o música como los estándares mandan, y tal como las actividades liberadoras que practico, prefiero acudir a un buen concierto donde el dj ponga a 100 el ritmo, algo que el tecno consigue desde la primera melodía.

 

Panorama e influencia actual de la música tecno

 

¿Y a qué llamo tecno y cuál es según mi perspectiva sus mejores embajadores a día de hoy? A continuación ofreceré una “playlist” casera destinada a que aquellos que quieran acercarse a estos ritmos o se vean seducidos por las emociones que producen (al menos en Fernando Vega), lo hagan por sus piedras angulares y por piezas que suponen una cercanía a otros géneros más de consumo masivo.

Pero antes, me gustaría reconocer a los valedores a día de hoy de profesionales del tecno, sobre todo en España: aquellos nombres que se mantienen firmes en el espacio que divide a la música industrial de la EDM sin pervertir el género.

Nombres como Ismael Rivas, Oscar de Rivera, Cristian Varela, Carl Cox, Wally Lopez… reputados djs que mantienen el esiritu del género y lo difunden entre los mejores clubes y espacios para su disfrute.

 

Fernando Vega Hernández compartiendo mesa con sus idolatrados Ismael Rivas y Wally López

 

Una introducción para principiantes a la música tecno

 

Aunque recomiendo fervientemente que os acerquéis ahora que Youtube y Spotify lo permiten a un solo clic, a los nombres que os he propuesto, me gustaría repasar alguno de los temas que han configurado el género a la par que lo han hecho “amable” a cualquier oído y han constituido una enorme influencia.

  • New Order – Blue Monday: un tema reconocible desde la primera melodía y enormemente influyente para los que vinieron después. New Order no sólo escribieron con mayúsculas su entrada en el tecno, sino que le otorgó el mejor ecosistema posible en su Manchester natal. La trágicamente extinta Hacienda Club es tanta historia para la música como este himno.
  • The Prodigy – Smack my Bitch Up!: un sonido de los que taladran para bien y un chute de energía que ni 5 cafés. Si oírlo ya es icónico, hacerlo mientras se degusta su excelente vídeo musical nos lleva al éxtasis.
  • The Chemical Brothers – Hey Boy Hey Girl: en la línea de la producción anterior y con videoclip igual de memorable, este tema y otros tantos del catálogo de los de Manchester (hervidero de potentes bandas del estilo) pese a la innegable potencia de su sonido alcanzan cualquier oído dispuesto.
  • Orbital – Halcyon: canción que resume el sonido sobre todo eminentemente beat que ponderaba en los noventa, década de esplendor del género. Potente y brillante ejemplo de cómo se debe hacer uso de un sampler, en este caso del It’s A Fine Day de Jane.
  • Jeff Mills – Step to Enchantment: brillante en ejecución, técnica y composición, Mills es el ejemplo paradigmático de lo que un dj merece ser llamado como tal y la antítesis perfecta a lo que el EDM ha hecho con el término.

 

Empresario del sector inmobiliario, aficionado a la inversión en criptomonedas y fiel seguidor del VRAC. Disfruto y aprendo con cada experiencia y así me gusta que se refleje en el blog de Fernando Vega Hernández