Hubo un texto que leí ya hace un tiempo y marcó mi forma de ver y afrontar mis costumbres de ahorro y que ahora desde este espacio que es el blog de Fernando Vega Hernández, me gustaría compartir con vosotros para intentar causaros la misma impresión. El texto venía a decirnos lo siguiente:
Actualmente, la forma tradicional de ahorrar consiste en destinar cierta cantidad de nuestros ingresos mensuales a un depósito. Lo recomendable es que se sitúe en torno al 30% de lo percibido.
Esta “buena práctica” permite que poco a poco nos vayamos creando un colchón que en caso de emergencias nos haga contar con el dinero suficiente para “tirar de ahorros” unos meses o incluso si somos constantes, un par de años.
Ahora bien: imaginaros que si en vez de como está estipulado mes tras mes, recibiéramos de golpe todo lo que ingresaremos en nuestra carrera laboral, ¿seguiríamos con esta “buena práctica”?, ¿qué sentido tendría apartar lo que ya hemos percibido?, ¿no sería conveniente que en vez de ver cómo mes tras mes disminuyen estos fondos, intentáramos hacerlos crecer?
De media (son datos macro, por lo que no puedo hablar con mucha exactitud) percibimos en nuestra vida por nuestro trabajo unos 600.000 euros. De esos 600.000 euros, una gran parte se nos va en impuestos, gasto social, etc. Por otra parte, el gasto medio en vivienda se sitúa en los 200.000 euros… Tira de calculadora y dime: ¿cuánto te quedaría de esos generosos 600.000 euros que cobrarías por tu vida laboral?
Por suerte para manirrotos o gente poca previsora, esta fórmula no tiene vistas de poderse llevar a la vida real y seguiremos mes a mes cobrando lo que nos toque y gastando lo proporcional pero, ¿no sería interesante que no dependiéramos únicamente de este flujo fijo de dinero y hagamos más que apartar, ahorrar, crecer nuestro dinero?
Diferentes opciones para hacer crecer nuestro dinero
Ahorro a plazo fijo con buenos intereses
Si eres de un perfil conservador, al igual de entrada “arriesgar” tus ahorros invirtiéndolos no te encaja entre tus posibilidades. La seguridad financiera debe estar siempre presente elijas el modo que elijas de ahorrar, por ello no te apures si prefieres seguir métodos tradicionales.
Eso sí, dentro de cada método tradicional, el de depositar X cantidad mes a mes en una cuenta de ahorro, elije aquella que te ofrezca un buen interés y que no tenga ningún tipo de gasto por mantenimiento, ya que es común que nos conformemos con la cuenta asociada a la común que usamos en nuestro día a día y no suele ser la opción más rentable.
Compra de inmuebles
Con un gasto medio de 200.000 euros por vivienda ya sé que no se puede recomendar a la ligera el hecho de invertir en vivienda para proteger tus ahorros, pero también sé que los inmuebles son un potente activo que se revaloriza fácil y exponencialmente según se elija con cabeza.
Por ello, si no te puedes permitir invertir en una segunda vivienda busca otras fórmulas factibles que aseguren que puede sobtener una alta rentabilidad desde el primer mes (mediante alquiler) o en el futuro (mediante venta tras revalorización). Tienes opciones que van desde un pequeño trastero, plaza de parking o incluso terrenos alejados de los que tengas indicios que en un futuro puedan interesar para la construcción o uso público.
Cartera de inversión
Personalmente, la mejor opción. La razón es que mediante la inversión con una cartera bien diversificada podrás ver tu dinero crecer de forma inmediata, y en el caso de que no lo haga, podrás intervenir y modificar los activos para evitar pérdidas y seguir una estela ganadora.
Además, lejos de lo que se pueda pensar, invertir en activos financieros no es un “todo o nada”. Tienes instrumentos de inversión que se adaptan a todo tipo de perfil inversor: desde los bonos del estado, totalmente seguros, hasta la clásica inversión en valores de Bolsa.
Crowdfunding, mecenazgo, business angel
Si tienes un monto de dinero inactivo, que en un principio no prevés necesitar, puedes aprovecharlo para invertirlo en un proyecto empresarial de terceros que necesite financiación. Según dónde decidas depositar tu confianza, podrás posteriormente desde obtener participaciones en la empresa hasta tener un porcentaje mayor de beneficios una vez arranque el proyecto.
La idea general que debemos tener en cómo tratar a nuestros ahorros es que no debemos trabajar por nuestro dinero, sino poner a nuestro dinero a trabajar, y eso, queridos amigos del blog de Fernando Vega, no se consigue dejándolos quietos y a buen seguro en una cuenta de ahorros.
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