A día de hoy se ha pasado del absoluto desconocimiento a incluso la fascinación, e incluso quien más y quien menos sabe indicar el valor aproximado del afamado Bitcoin (9075,01 USD al momento de redactar este artículo). Pero hace tan solo unos meses, esta criptomoneda era toda una desconocida que ya despertaba el interés de inversores y aficionados que, como es mi caso, llevan años buceando en este apasionante universo financiero.

Pero el bitcoin no está solo en esta aventura. De hecho, las criptomonedas por mucho que te indiquen lo contrario, están cada vez más cerca de ser una realidad, de “normalizarse” sus transacciones en el día a día, gracias a que el Bitcoin no es el único actor de este ecosistema. Sí que puede que sea el más fuerte y el más valioso, pero de forma equivalente a cómo lo es el dólar y el euro en los mercados “palpables”.

¿Quiere decir que sólo debemos fijarnos en el Bitcoin para una introducción segura en el mundo del as criptomonedas? De igual forma que la existencia del Euro no invalida que invertir en Yenes, Libras o cualquier otra divisa sea igual de interesante financieramente, con el Bitcoin ocurre exactamente lo mismo.

Por esta razón, a continuación me gustaría daros una pequeña introducción al mundo del resto de criptomonedas para contribuir a esa normalización que poco a poco va siendo cada vez más palpable.

4 Criptomonedas recomendadas por Fernando Vega para diversificar

 

Al igual que con otras inversiones como pudiera ser el propio mercado de divisas diversificamos los valores, con el universo de las criptomonedas podemos seguir la misma recomendable práctica. Para ello, debemos conocer las opciones más adecuadas que os detallo a continuación:

 

Ethereum

 

Probablemente la más popular tras el propio Bitcoin, o al menos eso nos dicta su valor (que al momento de redactar este artículo, se encontraba exactamente en los 574,75 USD).

Difiere de este sobre todo en que no tiene un límite de producción fijo, aunque sí un límite diario de cantidad invertida. Con un incremento en dos años tan atractivo como supone un 1600%, se apunta a esta criptomoneda como la mejor alternativa al Bitcoin para quienes tienen reservas sobre si ya ha tocado techo la popular criptomoneda.

 

Litecoin

 

Otra de las que se sitúa en la pole position curiosamente es de las de menor valor a día de hoy, aunque esto forma parte de su atractivo (al suponer un menor margen de pérdidas en caso de colapso).

A estos momentos tiene un valor de 172,91 USD, aunque también el respaldo que otorga la licencia MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).

Un límite de producción situado en los 84 millones (frente a los 21 del Bitcoin) y un análisis técnico más atractivo son otras de sus mejores cualidades.

 

Dashcoin

 

Cada criptomoneda es diferente porque, a pesar de existir ciertas “reglas” o características que la definen como criptomonedas, cada una posee un toque diferenciador y cualitativo que las hace atractivas a cada tipo de inversor.

En el caso del Dashcoin, ese atractivo se encuentra en su privacidad, ofreciendo un mayor anonimato en cada transacción y un algoritmo de seguridad mucho más potente que sus competidoras.

También cuenta con un límite diario que, una vez alcanzado, cierra la posibilidad de nuevas inversiones hasta la apertura de mercados al siguiente día.

El precio del Dash lo marca sobre todo la tendencia en el resto de criptomonedas y los cambios que se produzcan en la comunidad descentralizada que la opera. Actualmente tiene un valor de 443,25 USD.

 

Ripple

 

Si destacábamos del Litecoin el hecho de que su “bajo” valor frente a otras criptomonedas forma parte de su atractivo, con el Ripple nos encontramos con la particularidad de que se encuentra incluso con un valor más bajo que el propio dólar (0,69 USD, solo superada por Stellar, que usando en sus comienzos el mismo protocolo que Ripple, se refleja en valores cercanos a los 0,25 USD).

Y si eliminamos su valor como atractivo, ¿qué le queda al Ripple como indicativo de acertada elección? Validaciones inmediatas, costes de transacción realmente bajos, pagos internacionales flexibles y, sobre todo, la posibilidad de realizar emisiones de deudas que más adelante pueden ser convertidas en letras de cambio.

Bitcoin Cash, Ethereum Classic, Neo… la oferta es amplia y con características distintivas para cada situación, cartera de inversión, conocimiento sobre el ecosistema propio y otras tantas cualidades que podemos encontrar en nuestra posición en los mercados.

Por esta y otras tantas razones, recomiendo fervientemente que si no te has sumergido aún en este sistema, no dudes en cuanto menos asomarte a sus infinitas posibilidades.

 

Empresario del sector inmobiliario, aficionado a la inversión en criptomonedas y fiel seguidor del VRAC. Disfruto y aprendo con cada experiencia y así me gusta que se refleje en el blog de Fernando Vega Hernández.